sábado, 17 de septiembre de 2011

Cualquier lugar es perfecto para estar a tu lado, cualquier lugar, cualquier momento. Pero, ¿qué te parece París? En la Torre Eiffel, bajo ella, dándonos un beso. O, ¿qué tal Nueva York? En lo más alto de la Estatua de la Libertad, mientras me dices te quiero. ¿Y Hollywood? Subirnos a lo más ALTO del mirador mientras vemos como toda la ciudad de Los Ángeles anochece. ¿La verdad? Me da igual. Vámonos a París, a Nueva York, a Hollywood, a Londres o a Australia. Vámonos al sitio más apartado del mundo y allí, en ese preciso instante, tú y yo, dime un siempre pequeña, siempre.

martes, 6 de septiembre de 2011

Luchaste contra lo que sentías, negabas que me querías, y yo estaba destrozada, no sabía a dónde ir, qué hacer. Pero hoy me he levantado con ganas de comerme el mundo, hoy voy a dejar huella en todos sitios y hoy juro que nunca más nada ni nadie me volverá a hacer sufrir.

martes, 30 de agosto de 2011

Nunca se me ha dado bien escribir más de tres palabras juntas y tú bien debes saberlo, sabes perfectamente lo desastre que soy para explicarme e intentar expresar las cosas que llevo por dentro. Eres la persona más contraria a mi, somos dos polos totalmente opuestos y, en cambio, aquí estamos, unidas sin importar cada una de las mil diferencias. ¿Quién nos lo iba a decir? Tantos años en el mismo colegio y todo empezó el último pero más vale tarde que nunca, ¿no? Todo empezó por los pasillos, en las clases de latín y religión. Recuerdo que nos dio por hacernos cartas cada día, recuerdo las clases a tu lado. Todo comienzo es bueno pero el camino es duro pero ha merecido y creo que seguirá mereciendo la pena pasar cada obstáculo para mantener todo esto. Sabes de sobra que has sido una de las personas que ha estado a mi lado en los momentos que menos lo he merecido, has estado siempre. Ahora mismo miro a mi lado y veo una foto contigo, sí, del día que cumpliste tus diecisiete, jamás olvidaré lo feliz que te vi aquel día. Hemos pasado mil cosas juntas, tantos momentos malos como buenos, pero quizás si todo fuera bueno no sería lo mismo. Me ha encantado vivir la experiencia de mi último año en un colegio en el que llevaba desde los cuatro años, junto a ti, decir adiós a una etapa y decirle hola a otra, a tu lado. Parece que fue ayer cuando nos encontramos por la calle, perdidas, sin saber a donde ir y gracias a ello estoy día a día a tu lado compartiendo algo que para nosotras ha sido nuevo. Y que voy a decir de ese verano, ese verano que dio para tanto pero ahí estabas tú, confiando en mí, ayudándome, apoyándome. Las interminables charlas por teléfono han dado para mucho, han sido lo que me han tirado para adelante en muchas ocasiones. Tú me diste ese empujoncito que me hizo ser quien soy ahora mismo, esa persona que parecía que nunca iba a salir. Gracias por regalarme cada momento, de verdad. Cada noche de prins es especial, aunque alborotes mis cuadros y me quieras dejar sin manta y sin almohada. Cada sesión de películas con esas palomitas tan ricas y las olivitas que me obligas a comer. Cada al medio día después de salir del insti perdidas por el centro, andando por andar o simplemente sentadas hablando, tranquilamente. Cada llegada a altas horas de la madrugada o de mañana muy temprano después de noches interminables de fiesta. Cada conversación por teléfono que no son pocas ni cortas. Cada tarde de compras sin comprar, haciendo que me pruebe ropa y más ropa. Cada consejo. Cada risa. Cada lágrima. Cada beso. Cada abrazo. Cada palabra. Gracias hasta por tus enfados e insultos. Gracias por estar a mi lado cuidándome cuando no he sido capaz de cuidarme a mi misma. Gracias por cada perdón. Gracias por estar en mi vida, de verdad. No quiero que te olvides nunca de quién eres ni de porque eres tan especial para el mundo. Que si te hundes, te levantas y demuestras que nada ni nadie puede contigo. Sé que a veces esto es duro y difícil pero para eso estoy yo, para hacerte ver que hay cosas por las que merece la pena. Enséñale al mundo esa sonrisa preciosa que tienes cada día y nunca te olvides de que estoy aquí. Recuerda que nos quedan muchos años por delante y de momento un gran viaje por vivir juntas, que no te vas a librar de mí.  Te quiero muchísimo princesa. 


Claudia Malpica Sánchez, va por ti. 

lunes, 29 de agosto de 2011


Lo poco que sé de la vida está en las líneas que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos. Entre lo poco que sé de la vida, te diré que nada vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ese es el verdadero romanticismo, alguien que llegue y te empuje a hacer cosas que jamás te creíste capaz de hacer, que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus "yo nunca".


Nos empeñamos en cosas sin sentido. A depender de alguien, en creer que lo grande y bonito es mejor que lo pequeño y feo, en pensar que un ferrary calmará nuestra impotencia y nos hará más felices. ¿Sabes? Lo mejor no es eso. Lo mejor es levantarse y tener a alguien a tu lado que te diga: "Buenos días. ¿Qué tal has dormido hoy? No has parado de dar vueltas". Lo mejor es ir por la calle y cruzártelo y que te mire y te sonría y se te ponga esa cara de tonta. Lo mejor es recibir un mensaje que te alegre el día. Lo mejor es que te llame tu mejor amiga para salir por la noche y comeros la ciudad a trocitos. Lo mejor es tener a alguien que merezca la pena. Las verdades a la cara aunque duelan y mandar a tomar por culo las mentiras, con mentiroso incluido. Lo mejor es dejarse llevar. El mundo, la vida y acciones que hagamos en su momento determinado pondrán a cada persona en su lugar, a cada nube en su cielo, a cada "rey" en su trono, a cada perdedor en su banquillo, a cada payaso en su circo y a cada puta en su esquina.

domingo, 28 de agosto de 2011

En la vida llega un momento en el que te conviertes en adulto. Tienes edad para votar, para beber y para otras cosas de adultos. De pronto esperan que seas responsable. "Sé adulto". Crecemos. Nos hacemos mayores. Pero, ¿alguna vez somos adultos del todo? En ciertos aspectos crecemos. Creamos una familia. Nos casamos. Nos divorciamos. En general seguimos con los mismos problemas que cuando teníamos 16 años. Por mucho que crezcamos y nos hagamos mayores, seguimos tropezando. Siempre dudando. Eternamente jóvenes.

 En la vida solo hay una cosa segura, aparte de la muerte y las dificultades. No importa lo mucho que lo intentes, no importa lo buenas que sean tus intenciones, vas a cometer errores, vas a hacer daño a la gente, van a hacerte daño y si quieres recuperarte solo hay una cosa que puedes decir. Cuando alguien hace que nos equivoquemos, queremos tener razón. Sin el perdón nunca se ajustan las cuentas, las viejas heridas nunca se curan y lo máximo que podemos esperar es que un día tengamos la suerte de poder olvidar.